Despejar un rato la mente no hace mal. [Eileen A. Sky]

Si necesitaba despejar mi mente hacía ya tiempo que tenía mil y una dando vueltas por mi cabeza, necesitaba un mini relax y eso iba a hacer. Salí de mi casa un tanto apresurada no tenía ganas de estar ahí adentro porque si no tenía que hacer pensaba y si pensaba llegaba el mal humor, y así se hacía sucesivamente. Llevaba puesto una pollera rosada acuadrille con una camisa blanca y un suéter del mismo mismo rosado que la pollera.

Mientras caminaba iba escuchando música desde el mp3, solo llevaba puesto un solo auricular aunque no era necesario ya que aunque llevara los dos puesto si podría escuchar lo que pasaba afuera. Seguí caminando sin nada que decir y esperando poder encontrarme con alguna amiga para poder charlar un rato y ver que podíamos a hacer. Pude ver que una chica venía caminando de frente, la quede mirando un rato para ver si la conocía y si. Era una de mis nuevas amigas. Espero a que ella me viera para saludarla.

Caminaba por las calles de Forks, alejándome de mi familia, sobe todo de mis hermanas. No mucho tenía que hacer, pues aún no me mandaban tareas en el insti y mi hermano Nathan estaba ocupado aprendiendo a ser un licántropo.

Mi vista se posicionaba en el suelo húmedo, mientras que escuchaba música con mi IPod, específicamente a Nicki Minaj ("Super Bass"). Al levantar la vista, para solo hacer algo, pude ver a Rebecca, una muchacha vampira que había conocido. ¿Como sabía que era vampira? Pues debido a sus ojos. Mi hermano me había enseñado que ese miel dorado únicamente lo poseían los vampiros vegetarianos; algo que la hacía un poco menos peligrosa.

Notando que no estabamos muy lejos, fui corriendo donde ella y le sonreí.

-Hola, Rebecca-

La quede mirando ella estaba con la vista en el suelo y sonríe cuando subió la mirada hacía arriba sonríe. El poco tramo que quedaba de distancia entre nosotras lo acorto corriendo hacia donde estaba yo, seguía sonriendo nada mejor que charlar y pasar el rato con una amiga. La iba a abrazar pero después me arrepentí tiempo al tiempo, tras que yo era cariñosa.
Seguí mirándola sin decir nada aun, odiaba ser vampiro porque no me dejaba abrazar a la gente como a mi me gustaría. Al escuchar su saludo no espere nada en contestarle.

- Eileen, querida. ¿Que tal todo? - le conteste sonriendo.

Mientras la miraba no pude evitar fijarme en lo bella que estaba hoy. Sacudí la cabeza sacando esa idea de mi mente y la mira, no se porque pero intuí de que Eileen ya sabía de que yo era vampiro pero bueno cuando ella me preguntara no iba a negarselo.

Cuando me preguntó como estaba, me encogí de hombros.

-No me quejo, aunque ya no logro soportar más a mis tontas hermanas- me quejé.

Cerca nuestro había un banco, por lo que la invité a sentarse. Apagué la música de mi IPod y voltee a mirarla. La belleza inhumana que los vampiros poseían a veces me jugaba en contra y lo malo es que Beck era mujer, sacando mi bisexualidad de donde la mantenía oculta.

-¿Que cuentas tu, Beck?- me encantaba el apodo que le había puesto

Sonríe cuando se quejaba de sus hermanas, si los hermanos a veces eran todo un lío ojala yo tuviera a los míos cerca para poder pelear pero no sabía donde estaban aun, algún día los iba a encontrar o eso creía. Pude ver que cerca nuestro había un banco y ella no dudo hacerme señas para que nos sentáramos a mi me molestaba en lo más mínimo estar parada pero como ella era humana se iba a cansar, acepte de inmediato y me senté junto a ella.

- Nada nuevo como siempre, trato de despejar un rato mi mente. - me sincere con ella, y luego agregué. - No tengo con quien pelear pero si mucho que pensar. - dije riendo con suavidad.

Beck ella me había puesto el sobrenombre ese y ahora la gente me llamaba así los que la habían escuchado, parecía ser que Becca quedo atrás para que ahora me digan Beck.

- ¿Tu que cuentas? Apartando lo de tus hermanas. - le pregunte mientras me cruzaba piernas.

Pensé que podía contarle a Beck. Era lógico que debía mantener en secreto el que mi hermano era un licántropo, pero su aroma debió de haberse quedado impregnado en mí, por lo que ella ya debía de sospechar. No sabía que podía decirle.

-Bueno, la verdad que no tango más que contar que tú- me encogí de hombros- Mi vid no es muy interesante, que digamos.

Miré hacia la calle, por donde pasaban muy pocos autos, ya que no mucha gente vivía en Forks y debido a que este era un pueblo pequeño, preferían caminar. Un fuerte brisa sopló, haciéndome encoger y apegarme a mi polerón gris. Estaba bastante helado. Miré a Beck, la cual ni un poco se había movido por la brisa.

-¿No tienes frío?- le pregunté, mirando su delgado sweater y su falda, vestía como si estuviéramos en verano.

Cuando la tuve cerca de mi no pude evitar sentír un olor repugnante y debía de esperarmelo ella era de la push o eso creía y de seguro algún hermano o amigo debía de ser un licantropo, no le di importancia ya que ella era muy buena y no quería terminar lo poquito que teníamos de lo que sea que tengamos. Pensé y pose mi vista de nuevo en ella, y de nuevo jugaba en contra mis sentimientos si yo era una chica bastante particular era algo fuera de lo normal bueno si hablamos de lo de vampiro si era anormal pero del lado de los gustos era peculiar me gustaban los chicos si, pero las mujeres también me atraían y mucho a veces. Y justo en este momento esos sentimientos salieron y yo trataba de esconderlos.

- Si creo que tu vida es algo más interesante que la mía, tienes hermanos con los cual pelear. - le comente sonriendo.

Fije mi vista en la calle que estaba un tanto desierta pero era algo esperado estábamos en Forks un pueblito de pocos habitantes y que siempre estaba nublado por eso me gustaba este lugar. Luegl volví la mirada a mi amiga y no pude evitar que se encogía en su lugar por el frío y luego me miro con cara sorprendida y me pregunto algo que no me había fijado hasta ahora.

- Podemos decir que no tengo frío. - quería poder abrigarla pero no podía iba a enfriarla más de lo que estaba. - ¿No quieres caminar mejor? - le pregunte