Vigilo el perimetro... y tambien a ti. [Afton]

El ultimo pedido de Aro me habia desconcertado un poco... pero estaba segura de que Cayo habia sido quien lo habia convencido a mandarme al bosque a cuidar que ninguna de esas bestias peludas e inutiles llamadas licantropos entraran en nuestro territorio.
Al parecer, ultimamente los pequeños cachorros intentaban entrar con cada vez mas fuerza y mas impetu. Claro que, nuestra guardia siempre los mantuvo al limite.

Ahora me encontraba caminando en la oscuridad de la noche. Habia viejas leyendas que decian que los cadaveres de varios humanos habian terminado en una gran fosa en algun lado del bosque. Me encantaria poder encontrarla... ¿algo sadica? Bueno, ¿a quien le importa? Al fin y a cabo, ya estan muertos y no podrian volver. A veces me causaba gracia ver como los cuerpos caian al suelo, sin vida, blancos como la nieve... La boca se me hizo agua al pensar en mi victima de la noche anterior, un lindo turista moreno de ojos verdes... muy atractivo a decir verdad y con un tipo de sangre bastante dulce.

Un movimiento me saco de mis pensamientos y me puse alerta. Si un cachorrito apestoso estuviera al asecho, seria perfecto... tenia muchas ganas de una pelea justa. "Mentirosa" De acuerdo, era cierto... yo nunca era justa con nadie, no jugaba limpio en los confrontamientos y tampoco lo haria.

Ultimamente no sé que le pasaba a Aro que me mandaba a cubrir gente, a vigilarlos, no entendía por que si yo era capaz de poder hacer una misión y cuidarme solo, eso ellos lo sabían pero quizá querían que vigilara a demás guardia, en fin yo solo los obedecería.

Cayo me había dicho que habían mandado a Renata a los bosques de Italia a vigilar que ningún lobo entrara a nuestra zona, últimamente se les daba por querernos atacar, pero hasta en eso son idiotas, seguramente iban a poder contra nosotros, después de todo eran unos chuchos cualquiera, ¿Que se esperaba de ellos?. Me dio la orden de acompañarla pero ella no sabría que yo iría, debía ir de contrabando. El pasear por los bosques se me hacía demasiado aburrido Me arrepiento de haber aceptado pensé. Seguro ahora podría estar en la ciudad, seduciendo a una humana cualquiera.. llevármela a un callejón y terminar con su vida, tan ingenuas como siempre pero bueno debía aprovechar belleza sobrenatural para hacerlo.

Sin darme cuenta, pise una rama causando un crujido, mi mirada se fijo inmediatamente al frente, en busca de Renata, que se había dado cuenta de aquel sonido.
- Tranquila Renata, soy yo, Afton - Le confesé en un tono severo, saliendo de entre algunos arboles para que me mirara. - ¿Acaso piensas atacarme? - Fingí un tono inocente y en cuanto la vi, dedique una media sonrisa.

De entre la sobra de los arboles salio Afton, uno de mis compañeros en la guardia y... ¿por que no decirlo? Un muchacho muy atractivo... pero en pareja. Oh vamos, Renata, ¿desde cuando te importan que los hombres tengan pareja? Hacia siglos que venia seduciendo extraños para luego devorarmelos y lo hacia enfrente de sus novias...

El problema con Afton es que al parecer realmente queria a Chelsea... bueno... al fin y a cabo, mala suerte para el, pero... nadie dijo que yo me rendiria.
Le sonrei ante sus palabras. -Claro que pensaba atacarte.-Le respondi, con un aire seductor, aunque casual. Rapidamente quede atras de el y apoye mi menton en su hombro mientras le corria un mechon de cabello que le tapaba los ojos. -¿Que sucede, mi querido Afton? Ultimamente te he visto muy solo... vagando por estos oscuros territorios...-Comente mientras me movia a su alrededor, de forma sigilosa y gatuna, como si lo estuviera asechando.

El sabia que solo estaba jugando con el, como siempre lo hacia cuando no estaba con Chealse.. ahora que lo pienso... ¿donde estaria ella?

Y ahí estaba Renata, tan delicada y atenta como siempre, pero sin perder su postura de alerta a cualquier cosa. Renata siempre había sido tan linda, atractiva.. algo en ella llamaba mi atención pero nunca me dejaba caer en sus juegos, era muy normal en ella jugar con los hombres, yo no sería uno más.

Me quede parado en mi lugar observandola atentamente, con mi típica postura de los brazos atrás. - No tienes motivo para hacerlo - le respondí ante que había dicho mientras veía como peinaba mi cabello, siempre tan observativa. Creo y al notar por su pregunta se había dado cuenta que Chelsea no estaba conmigo ultimamente, me encogí levemente de hombros con aire despreocupado. - Bueno, lamentablemente Chelsea y yo no hemos tenido la oportunidad de pasar tiempo juntos, Aro y Cayo la mandan lejos con las misiones que le otorgan o eso creo y bueno... yo no puedo hacer nada más que esperarla aquí y seguir sus ordenes también - La mire atentamente como me rodeaba ¿Estaría empezando otro de sus juegos? Seguramente si, la conocía ya demasiado bien como para no darme cuenta. - Y tu querida Renata ¿Cumpliendo otra misión? - Pregunte aunque sabía que era así, pues yo venía a acompañarla también. Emprendí mi paso de nuevo para acercarme a algún árbol de por ahí y así dejara de rondarme.