Where do we go from here? (Micaela)

*¡¡¡Siempre había tenido ganas de cruzar el charco!!! El océano atlántico guardaba unas tierras que yo jamás había explorado. Cuando era humana porque la hija pequeña del zar no podía viajar sola, y cuando me transformé fue porque estaba tan desesperada de encontrar a mis hermanos que me quedé en Europa, removiendo cada piedra para lograr tener noticias suyas. Pero ahora, tiempo después, ya juntas las cuatro, puesto que mi querido Alexei seguía desaparecido, había decidido ampliar mis horizontes. Y crucé el charco. Quería conocer a aquellos que habían sido capaces de enfrentar a los Vulturi, los Cullen. Aunque eran vegetarianos, puajjj ¿como podían beber sangre animal? Se me revolvían las tripas de pensarlo. Estaba en el puerto de Port Angels, acababa de desembarcar, en unas horas, cuando callese la noche saldría de caza e investigaría a ver qué encontraba por aquí y a ver si por algun milagro tenía noticias del paradero de mi hermano.*

Decidí salir de casa con mi moto a la playa, el día era nublado como siempre pero no me importaba, fui a PortAngels adoraba que se me revolviera el pelo con el viento, me daba una sensación de total libertad.
Entonces tuve que cerrar los ojos.
Una chica pelirroja muy blanca bajando de un barco, se oía en todos lados vampiro...
Abrí los ojos de repente y evité de milagro el chocarme contra un camión.
Aminoré un poco.
Una visión... pero ¿despierta?
Ahora iría al puerto a comprobarlo.
Así fue.
Una chica pálida y pelirroja como la que había visto estaba allí con aspecto misterioso.
Me acerqué sin dudarlo.
Y le susurré.
-Eres una vampiro.-

*Mis ojos vagueaban, contemplando alternativamente el mar y la ciudad que se abría misteriosamente ante mi... esta sería una nueva experiencia, una grata experiencia que me permitiría conocer otras culturas. Ver una vez más cómo el mundo avanzaba hacia los brazos del descreímiento. Aún me recordaban, pero había pasado a ser una leyenda. No hacía mucho habían enterrado a mi usurpadora, esa humana que se había hecho pasar por mí. Por un lado me sentía divertida al recordarlo, y por otro lado molesta porque ella no me llegaba a la suela del zapato. No tenía mi humor, ni mi sex-appear. Aunque ya distaba mucho de ser la Anastasia de esos relatos, principalmente porque esa Anastasia estaba muy unida a Marie y a Alexei... siseé de frustración al pensar en mis hermanos. Mi hermana estaba ausente, pasaba de mí... y mi hermano desaparecido. Tener lejos de mi a quienes más quería me había convertido en un mosntruo, en un ser salvaje, había caído en lo que tantas veces mi madre me había augurado. De repente una humana pasó por mi lado y me dijo vampira. Alcé las cejas con superioridad.*
-O eres una suicida o eres una niñita que no valora su vida. De cualquier manera, pequeñaja gráudate la vista, no soy una cualquiera, soy una princesa.

Saqué mi cámara de fotos y le hice una foto.
-Así que a parte de vampira eres una engreída guay. Voy a hacerte una entrevista, no creo que estés tan loca como para querer matarme aquó con tanta gente delante querida, acabarías en una hoguera.
La miré, era muy hermosa, pero eso una engreída al ver como miraba todo lo que avistaba a su alrededor.
-De verdad existís, no sois una mera invención de Bram Stoker ¿cierto?-dije apuntando en mi bloc de notas.
Si por fin de tantos años de búsqueda había dado con una vampira nada más y nada menos que en PortAngels.
La miré nuevamente esperando su respuesta.

*Abrí los ojos como platos.*
-¿Entrevista? Pero tú sabes a lo que te expones, niña? ¡Que a los humanos que entrevistan a vampiros se los zampan, y no precisamente con un tierno beso de buenas noches!
*Negué con la cabeza, no me quería escuchar... maldita cría conseguirá que la maten y no precisamente con una muerte dulce. Pero se podía poner a gritar vampiro a través de la calle... tenía dos opciones, o la dejaba plantada y me arriesgaba a un escándalo que pódía avisar a los Vulturis de mi posición. O le contestaba y me aseguraba de que luego no contase por ahí esta verdad incómoda.*
-No no somos ficción. Que más nos gustaría algunos ser ficción, pero esta maldición nos permite a veces tener una segunda oportunidad en la vida, una oportunidad para ser felices, para hacer que los que nos latimaron lo paguen.

Empecé a escribir rápidamente lo que me decía aquella vampira.
-Así que en parte es verdad la maldición Romanov todos "murieron" ¿ahora estais juntos? ¿cuantos vampiros hay? ¿quienes son los vulturi?-dije casi sin respirar.
Esto se estaba poniendo demasiado interesante, no paraba de hacer fotos y escribir, no iba a sacar el secreto de los vampiros a la luz pero siempre he querido saber de su existencia, hasta mi primer peluche fue un vampirito super cuco.
La miré en esperas de respuestas.

*Me tensé.*
-¿Romanov? ¿Qué sabes tú de nuestra familia?
*Mi respiración se aceleró. ¡Tal vez ella supiese el paradero de Alexei. Alexei.. Debía encontrar a mi hermano antes de que los Vulturi diesen con él. No, me negaba a creer que Alexei estuviese muerto, el estaba vivo, lo sentá. Tenía una especie de conexión con mi hermano y esa conexión me indicaba que estaba vivo. Refunfuñé.*
-Te contestaré a lo que me preguntes… sólo si me respondes tu también a algunas preguntas. ¿Te parece bien?*Estaba tirando las reglas vampiricas la basura, ¡y joder,! ¿Desde cuando me preocupaba eso? Eran reglas de los Vulturi, no de los Romanov. Preguntó si existían los Vulturi. Siseé enfadada.*
-Si!! Los muy cabrones se creen la ostia, pero son unos amargados usurpadores que pasan a sangre y fuego a los que pueden suponer una amenaza para su régimen de silencio y terror. El trono de los vampiros siempre ha pertenecido a los Romanov, siempre. Nosotros somos los legítimos reyes de los vampiros, no esos mequetrefes que se creen los guays solo porque tienen algún vampiro con un don medianamente decente en su Guardia.*Mi mente me trajo recuerdos de cuando aún reinaba mi padre en Rusia… y comencé a hablar con voz soñadora y dulce, sumergida en mis recuerdos.*
-Eramos 4 hermanas… Olga, la mayor, la serena y sabia Olga, tan parecida a mi padre, era la más política de las 4, tenía unos grandes conocimientos de Estado…, Tatiana, la guerrera Tatiana, nada escapaba de su aguda mente, nadie podía mentir ni ocultar intrigas estando ella presente, nada escapaba de su control… Marie.*Casi sollozo. Mi hermana era tan distinta ahora de aquellos tiempos…*
-Marie, Mi Masha… la persona más dulce y protectora que he conocido jamás. La valiente de la familia, no le temía a nada, siempre luchando por agradar a nuestros padres y a mi hermanas mayores, siempre buscando su lugar, siempre estando a mi lado, siempre juntas… o por dios…*Salí de mi ensoñación, volviendo al presente.*
-Y estaba yo. La pequeña Anastasia… la gran decepción de mis padres porque no era el tan ansiado heredero que ellos anhelaban y necesitaban tan desesperadamente. Yo era la rebelde, la que jugaba bromas, la que aligeraba el ambiente horas antes de que los soldados entrasen a matarnos…*Me estremecí. Tanto tiempo había pasado de ello y aun esa sensación de desamaparo.*
-Pero por fin hubo el milagro… mis padres tuvieron un heredero.
*Mis ojos brillaban con las lágrimas que no podía derramar.*
-Alexei… mi hermano pequeño. La persona a la que yo más he querido nunca. Alexei… por quien hubiese matado con tal de hacerle sonreír y que dejase de pensar en la puta hemofilia que le tenía postrado en una cama y siempre como sombra para apagar su vida.

-Vaya... así que la pelirroja sexy de Masha es tu hermana me imaginé tuve una visión.-mierda se me escapó y aún peor delante de una vampiro, no importa me hice la loca y anoté todo lo que ella me decía.
-Es una historia bastante guay como para llevarla al cine, y madre mia si que existen gran cantidad de vampiros por dios...-dije tomando más fotos y anotando.
-¿Qué me quieres preguntar a mi Anastasia?por cierto, soy Micaela.-dije mientras guardaba la cámara pero no el bloc ni el boli.