Un Cafe o un pequeño Buffet ( Gerard)

Recién acababa de llegar de unos de mis viajes, esta vez fui a Venecia, me encantaba pasea por sus calles en góndola, ver alas parejas como demostraban su amor... y sobre todo las Mascarada que había habido esos días... cada mascara era diferente y espectacular, no entendía el gran estallido de colorido que emitían cada mascara con esos colores tan vivos y esa brillantina que poseían…
Me senté en una de las terrazas observando cada imagen de las fotografías, cada detalle que para un simple humano podría pasar desapercibido…. Le hice una seña al camarero y pedí un capuchino con chocolate para tomar… por suerte era media tarde y aunque el sol brillaba en su esplendor nadie se daría cuenta de mi naturaleza... con mi pañuelo en la cabeza y mis gafas de sol… pasaba por una simple humana... como los deliciosos humanos que estaban allí sentados y paseaban muy cerca de mi… Mordí mi labio intentando no abalanzarme sobre uno de esos humanos que tan bien olían y hacían que se abriera mi apetito…
*Perfecto* pensé para mis adentros y deje la cámara fotográfica aun lado y saque mi note para poder anotar algunos pequeños detalles y así terminar el articulo para enviarlo cuanto antes.. pero necesitaba algo interesante…Algo más llamativo sobre Volterra o sobre algo que hiciera que a los humanos que leían mis artículos les agradara… pero claro estaba que sabia a la perfección que había gente como yo que leía mis artículos y tenia que cuadrar la información para ellos sin que los humanos se dieran cuenta…

Conciertos, conciertos, conciertos... Parecía que siempre era lo mismo. Pero apenas desde hacía unos años era así. ¿Me arriesgaba demasiado? Probablemente sí. No es normal que un Vampiro decida ser una estrella de la música solo porque se aburre ¿no? Los conciertos nocturnos me otorgaban cierta protección, así lo había acordado con los vulturi. Pero las fans no me las quitaba nadie de encima. Se lo había dejado claro hacía tiempo en una carta: Queridas Fans, como me persigáis por en medio de una calle o me acoséis, dejo el mundo de la música. Y ellas habían hehco caso. AMABA cuando me hacían caso. Solo eran marionetas en mis manos.

Suspiré, aunque no me hacía falta, con las manos en los bolsillos de mis pantalones negros caminaba por una calle Italiana. Se veía un lugar tranquilo, las gafas de sol estaban puestas sobre mis ojos, y no hace falta decir que no solo mis pantalones eran negros, sino el resto de mi vestimenta. Amaba éso, brillaba solo ligeramente debido a la cantidad de maquillaje que llevaba encima, pero era una ventaja, no tenía porqué usar sombreros extraños para ocultarme, todos conocían que Gerard Way era pálido. ¿Para qué esconderlo?

Un olor a chocolate me inundó las fosas nasales. Detestaba la comida humana pero... El chocolate era otro cantar. Un gran manjar que algún día en el pasado descubrieron, el mejor descubrimiento que pudieron hacer, de verdad. El dulce sabor que embriaga incluso sin tomarlo, ése olor dulzón y agrio a la vez... Delicioso. Miré de dónde provenía y vi un bar sencillo que hubiera pasado desapercibido para mi. Entré dentro y pedí a la mesera un chocolate caliente, después salí afuera, bajo la mirada de una adolescente que se pensó que alucinaba porque yo SEGURO QUE NO estaba ahí, y vi que, pese a ser un lugar discreto, la mayoría de mesas estaban ocupadas. Opté por lo sencillo del asunto y evalué a cada persona. Todas tenían un olor repugnante. ¿Qué cojones tomaban los humanos de hoy en día para saber tan rematadamente mal? Noté que alguien no olía, que no le latía el corazón y sonreí.

"Anda, una de los míos" me dije con sencillez, lo que iba a hacer podía incluso ocasionar mi muerte ¿Y qué? Como si no hubiera estado cerca de la muerte suficientes veces. Me senté a su lado y sonreí de forma traviesa, podría pasar por psicópata.-Buenas tardes, bella dama.-saludé con un gesto de cabeza que supe que ella había visto. Los vampiros tenemos muchos sentidos. La mesera pronto trajo mi chocolate junto a lo que ella había pedido antes.

Seguía escribiendo el absurdo articulo por suerte mi editor era mi padre si se podría decir así pues era el que me había mostrado todo a pesar de no ser quien me convirtió, le tenia mucho respeto aunque prefería no pasar mucho tiempo con Fabián De la Croix y darle su espacio para sus conquistas y amoríos.. aunque esperaba que el respetara los míos y no se convirtiera en un absurdo padre humano para esa faceta...

Note un olor diferente en cierto momento solo me limite a levantar unos breves instantes mi mirada de mi notebook para notar de quien era ese aroma... y continuar con mi texto... el aroma se mezclaba pero por suerte ni un estúpido humano se daría cuenta... Vi atreves de mi note como se acerco y como me sonrió una forma que me hizo sonreír a mi aunque si mirada tras esas gafas ocultándose no tendrían ningún misterio para mi. Seguí sonriendo y mirándole levemente sin dejar de escribir ...

-Bonjour jeune homme, Parece que es un lugar tranquilo.... y que el ambiente es de lo más acogedor y hogareño podríamos decir...

Use parte mi habla habitual olvidándome de donde nos encontrábamos y de la gente que nos rodeaba, era como si no existieran esos estúpidos... esperaba que llegara la camarera con lo pedido.. mientras bajaba la tapa de mi notebook y le miraba fijamente

-Soy la Señorita Black. Rossier, Sania Black Rossier..

Baje un poco mis gafas y le mire de reojo, necesitaba verle su rostro pues su acento en francés me era de los más familiar y luego cuando ya comenzó ha hablar para que nadie opinara ni nos mirara con esa cara de pocos amigos que algunos estúpidos humanos más mayores ya nos estaban viendo.. Reí por lo bajo .. así que si , era el.. pero hacia mucho que no le veía...
-Vaya vaya mira a quien tenemos aquí si nada más u nada menos.. Gerard....[/i]
Aparte mi notebook guardándola en su respectiba bolsa y dejando más espacio en la pequeña mesa para poder estar más comodos.. aunque en mi labio habia clavado levemente unno de mis colmillos intentando aguantar el olor... y la sed....
-Si andaba escribiendo sobre mi ultimo lugar de visita.. la bella Venecia.. y de novedades como sabrá son las bellisimas y grandiosas fiestas de que se dan allí con sus elegantes puestas de largo y los bailes de mascaras que se producen.. casi a diario.. y la gente tan importante que suelen ir a esos eventos....
Sabia que quería saber alguna novedad de nuestro mundo , pero en esas fiestas era donde se juntaban toda la alta sociedad por así decirlo y se divertían y realizaban negocios o cambios importantes....

Se bajó un poco las gafas y pude apreciar una tonalidad rojiza que indicaba su método de alimentación. Si, tal y como supuse, carnívora era. Tal como fue su modo de saludarme me quedé un poco pasmado. Me sonaba demasiado ése timbre de voz, claro que no lo recordaba ni de lejos tan musical. Parecía hecho por ángeles. Ella habló de venecia.-La bella Venecia! Recuerdo cuando la visité... Es hermosa. ¿Bailes? ¿Con máscaras? Ajá, comprendo... Supongo que habrá mucha gente importante...-comenté con sencillez, le di un sorbo al chocolate. Mira que odiaba la comida de humano pero ¡Joder! El chocolate me perdía, sabía tan exquisito, era tan... dulce. Buenísimo. Apenas acabó ella de hablar y Sin pensar en posibles consecuencias, alargué un brazo y retiré sus gafas de sol en un movimiento rápido. Automáticamente se las volví a poner transcurridos unos segundos. Levanté un poco el pañuelo que cubría su cabeza para ver de qué color era su cabello. Abrí los ojos de par en par sorprendido.-¿Rossier?-pregunté, se ve que antes no había caído en quién era.-Demasiado tiempo...-añadí por lo bajo.-Probablemente desde antes de la muerte de mi padre.-continué, ella probablemente deduciría que yo lo maté, y si no tampoco importaba demasiado.-¿Qué te trae a la Bella Italia? Te recuerdo HispanoFrancesa. Y desde cuándo eres... Tan bella?-Si, me sorprendió demasiado encontrar a ella aquí. La pregunta de nuevo con doble sentido. Probablemente no lo recordase yo bien o quién sabe. No recordaba demasiado de mi niñez. Pero sí a ella. No de éste modo, claro. El vampirismo sentaba muy bien a ésta vieja amiga.

La camarera nos trajo lo que habíamos pedido y note como al irse se le quedaba mirando y eso me provoco gracia y solté alguna que otra carcajada intentando disimular y no mostrando mis colmillos... mientras dejaba la bolsa de mi notebook y la de mi cámara fotográfica muy cerca... no me apetecía tener que matar a quien me intentara robarla... como había visto que robaban a una estúpida humana antes...
Comencé a dar vueltas a mi capuchino con virutas de chocolate para que quedara de un color más intenso y que se mezclara dejando que el olor al chocolate me embriagara antes de comenzar a tomarlo. Note como acerco su mano y como dejo que mis gafas que ocultaban mis ojos unos segundos en su mano mirando mis rojizos ojos y luego las volvió a colocar, para seguido bajar levemente mi pañuelo dejando que algún que otro mechón de mi cabello se asomara con naturalidad , viendo su expresión de sorpresa y de incredibilidad... Hacia muchos años que no nos habíamos visto.. y nos encontrábamos en una de las cafeterías de Volterra...
[-Si así es mi querido amigo, soy yo. Mucho tiempo la verdad.. pero veo que la vida te sigue tratando muy bien...
Sonreí tranquilamente dando un pequeño sorbo a mi capuchino antes de continuar hablando y contestando a sus preguntas y pensando en las que tenia yo por hacerle a él... después de tantos años....
-Me trae una de mis rutinarias paradas de trabajo en cierto modo... pues en pocos días sera la celebración más importante aquí, sera el día de San Marco... y claro no puedo dejar de dedicar un articulo sobre ella....
Comencé a juguetear con mi cucharita de café en el capuchino lentamente disfrutando de como bajaba el sabor del chocolate por mi garganta como si fuera un humano pero no estúpido como ellos..
-....Si mis bellas residencias en París y en España en el norte.... las visitas que hicisteis en ellas.. ha pasado tanto tiempo...[/i]. -Coloque el mechón de mi cabello de forma divertida jugando con el...- .. Yo bella.. sera que como siempre me miras con buenos ojos querido amigo... pero dime..¿ qué te trae por Volterra.. ? ¿ Alguna situación comprometida.. que te reclamaron tu presencia? Cuéntame que has estado haciendo...[/i]

Parecía que cada acto que yo cometía le producía una gracia increíble, incluso para ser ella. Daba vueltas al capuchino con virutas de chocolate. Chocolate... mmm... delicioso. Vacié el contenido del sobre de azúcar sobre mi chocolate, lo removí y sorbí un poco de la taza, si hubiera llevado gafas se hubieran empañado muy probablemente.

Sí, era ella. Genial, tampoco me equivoqué tanto al verla. No recordaba que fuera vampira, la verdad, pero el hecho de encontrarnos ahora, tras muchísimos años, y seguir jóvenes, nos indicaba que sí, sí éramos nosotros vampiros, y que sí, alguien nos mordió tiempo atrás. -No lo negaría, pero no es la vida la que me ha tratado bien.-comenté son una sonrisa pícara mirándola. Sorbí de nuevo de mi taza escuchándola mientras ella jugueteaba con su café.

-San Marco... ¿Es cuándo celebran la expulsión de los vampiritos de la ciudad?-pregunté algo confuso, jamás estuve en Volterra por ésas fechas, así que no tenía la menor idea de las celebraciones en esos tiempos.

-Las visitas a ésos hogares parecen perdidas en el tiempo, en un pasado cruel y nada sensato...-confié con un gesto de repulsión, odiaba haber sido tan idiota en mi juventud, si, demasiado idiota.-Sabe bien Dios que mis ojos son los mismos para vos que para cualquiera otra dama, pero le aseguro que es realmente hermosa.-concedí con soltura y una sonrisa que denotaba la realidad en mi cara, era cierto todo lo que decía.

-Volterra... ¡Bella ciudad! ¿Qué me trae por aquí? Tal vez un buen lugar donde tomar el sol... Qué va, qué va. Vine a Volterra por trabajo también. Al productor se le ocurrió que grabar en éste pueblo un videoclip sería muy divertido.-le dije con tono aburrido, ya empezaba a cansarme de tener un grupo de música. Bueno, cansarme cansarme... No, simplemente aborrecía al productor y al mánager. Ah, y a mis compañeros humanos. Puaj, malditos depresivos con mala sangre.

-Incluso los más fuertes tienen situaciones comprometidas, Sania.-le dije con un tanto de misterio hacia sus propias actividades.-Si, bueno, éso también. Los de la guardia real me citaron para ya sabes qué. Ya vine de allá precisamente, induje al tío ése, el que decide qué hacer con el grupo, a venir aquí, para tener una tapadera. No les gustó mucho mi comportamiento últimamente, se ve que dicen que hay un humano que sabe qué soy y que debería eliminarlo. Pero no puedo hacer éso, él realmente no sabe qué soy. De todos modos les prometí que si él se enteraba, guardaría el secreto o yo lo mataría.-le expliqué en una voz tan baja que ningún humano la pudo escuchar, pero sí ella que era vampira, claramente.

-Además, me encariñé de él, es el único humano que me comprendió jamás.-añadí a la cuestión. La miré sin ningún tipo de expresión en mi cara esperando a ver qué decía ella.

Le continue observandole sorprendia.. él aun poseia el mismo color en sus ojos.. me preguntaba el por que, ¿acaso usaba lentillas de color? Me agradaba tener cerca a un viejo amigo y muy bueno la verdad.. siempre habiamos sido confidentes uno del otro y hacia tanto que no nos veiamos...
-Si es esa fiesta, donde los humanos piensan que ya no hay ninguno de los nuestros, como si no existieramos... pero ya ves en realidad...
Sonreia mirandole, me encantaba estar con el como siempre... y escucharle como me hablaba de lo que hacia alli no estaba mal.. así que era musico y poseia un grupo de musica.. parecia interesante pero a la vez raro siendo yo periodista no haberme enterado de que era el cantante de un grupo de música...
- a mi de vez en cuando me gusta visitar recordar cosas aunque pase el tiempo, siempre es bueno ver las cosas buenas...
Sonrei tomando un poco más de mi capuchino y saboreandolo en mis labios tranquilamente y quitando de mis labios la espuma con mi lengua poco a poco....
-Asi que trabajo.. ami ya e sun poco más de placer.. aunque no creo que les agrade alos que creen que son los reyes de los nuestros que una periodista con grandes premios este aqui en su ciudad.... Reí ante mis palabras... - No es bueno que ellos sepan las cosas.. no me agradan que intenten indagar dentro de nuestras propias vidas privadas... que pasa si se publicaria cosas sobre ellos... no les agradaria pero aun así ....
Al parecer a mi amigo habia algo que le agrado aun humano.. intentaria que si me topara con él no comermelo.. solo por mi amigo Gerard...

Parecía que se fijaba en mi mirada, si, solía ser raro eso. Dorados con un toque de verde. ¿Tendría algo que ver con mi...? No, seguro que no. Respiré con tranquilidad, cierto que no era necesario pero me gustaba hacerlo y poder pensar que aún estaba vivo. No porque echase de menos la vida pero echaba de menos ésa sensación de que si todo va mal puedes suicidarte.

Ella decía cosas completamente lógicas, claro, los humanos pensaban que ya nos habían expulsado por siempre de sus vidas pero aún hoy de vez en cuando nos dejábamos caer y nos bebíamos un par. -Recordar siempre es algo bueno, creo yo, aunque a veces duela demasiado.- siempre igual de filosóficos en presencia del otro. No, no me gustaba nada recordar la guerra vivida, aquellos tiempos inciertos para todo el mundo sobre la faz de la tierra.

-Más que los reyes, se creen nuestros dioses. Ya ves, yo suelo ignorar lo que ellos dicen, no me preocupo mucho la verdad... Prefiero ir a mi rollo y si eso no llamar demasiado la atención.-aunque para eso era tarde. Reconocido cantante y... ¿Pretendía no llamar la atención? Tres malditos hurras por mi y mis genialmente ingeniosas ideas.

-No, a nadie le gusta que indaguen en su vida, y menos ellos. No es que tenga cosas que ocultar, que también las tengo, pero... igual que ellos saben las nuestras, nosotros deberíamos saber las suyas.-comenté dando otro trago a mi chocolate. En ése momento pasó un humano que pese a ser agradable a la vista, llevaba una venda en la mano sinónimo de herida. Me tapé la nariz y cerré los ojos, una repulsión inmediata me invadió. Mala idea ¿porqué tuve que reaccionar así? Ni que hubiera pasado por mi lado un basurero... Ahora seguro que Sania se daba cuenta.