Dos almas solitarias en busca de compania [Felix]

No tenia idea de la hora... pero seguramente ya era de noche. Aro se habia ido a sus aposentos para disfrutar de una cena con su esposa que yo misma habia encontrado para ellos.
Me dirigi directamente a la biblioteca, que estaba desierta. Sonrei y tome un libro de la Primera Guerra mundial. Creo que ya lo habia leido miles de veces, pero siempre encontraba alguna estrategia o algun pensamiento nuevo para analizar y poner en practica.

El tiempo pasaba volando cuando me ponia a leer. Cuando termine el libro, lo deje en una mesita y tome otro, esta vez de la seccion de ficcion, uno de terror, mis favoritos. Me sente nuevamente cuando escuche algo de bullicio en los pasillos. Reconoci las voces de Heidi y Felix. ¿La dulce parejita discutiendo otra vez? Sonrei ligeramente y decidi ignorarlos. Que idiota que te hace el amor, definitivamente.

La puerta se abrio cuando mas me lo esperaba. Deseaba con todo mi corazon que no fuera alguno de los tortolitos. No tenia ganas de verlos malhumorados o tristes a causa de sus peleas. Ahora que lo pensaba, no eran pareja totalmente, o al menos no publicamente ... ¿Y ya se peleaban asi? Valla... ¿con que razon estaban juntos?
Note que Felix entro en la sala, con aire enojon. Perfecto... seria mejor si dejara de pensara lo que justamente no quiero que pase... sino, me va a seguir pasando. Aun asi, Felix se mostro mas sociable, sabia que el querria olvidarse de los problemas con su rubia... Cerre mi libro al instante y lo mire, fijamente, dibujando una sonrisa en mi rostro. -Felix, querido... nada me trae por aqui, el simple echo de querer aumentar mis conocimientos, si es que eso es posible... ¿Y que es lo que te trae a ti? ¿Sera acaso cierta rubia que yo conosco?-Pregunte, con aire inocente. Pero a decir verdad, de inocente no tenia nada.
Escuche su propuesta -Por mi, encantada... sabes muy bien que la palabra cazar es mi favorita... pero... ¿que hay con tu blonda? No quiero ocasionar mas problemas.-Le dije, mirandolo por encima de mi hombro y sonriendole coquetamente. -Sabes muy bien mi reputacion, querido.- Y asi empezaba mi juego, seamos sinceros... una pelea con tu pareja, aparesco yo y... seguro te olvidas de todas las discusiones enseguida.

Alce las cejas, con la mirada indiferente. ¿Yo temer de Heidi? Una risa salio de mi boca. Si pensabas que caeria tan bajo, mi querido Felix... estabas en lo erroneo. -No te preoupes por mi. El miedo es algo tan superficial y yo soy una chica que eso no le interesa para nada. Se muy bien lo que soy, a diferencia de otras, seguramente. Y perdona que te lo diga, pero tu querida Heidi no me llega ni a los talones.-Le asegure. ¿Demasiado orgullo? Tal vez, pero era la verdad... al fin y a cabo... ¿quien era la favorita de Aro? Yo no me llevaba del todo mal con Heidi, pero a decir verdad... bueno, si... el orgullo me ganaba.

-Cielo, yo planeo divertirme contigo, solo te preguntaba, tal vez a ti si te preocupaban las formalidades. Pero por lo que tengo asumido, todavia no te comprometes con la blonda...-Dije, pensando en voz alta, o al menos fingiendo que no me daba cuenta de lo que decia. Lo mire nuevamente mientras alejaba el libro de mi y tomaba mi mano, acercandome a el y mirandome directamente a los ojos. Hermosa, radiante y bella como siempre. Una sonrisa sedibujo en mis labios. -Si sigues asi, no me quedara otra alternativa que hacerte que cambies de opinion respecto a tu relacion, Felix.-Le dije mientras pasama mi dedo por su nuca, su hombro y subiendo a su mejilla, acariciandola.

Alce las cejas, como si su respuesta me sorprendiera. Si fuera Jane o Heidi, seguramente actuaria diferente, me reiria y actuaria demasiado impulsiva, como a veces hacia con algunas de mis compañeras. ¿Por que no era asi con el? Primero, los hombres prefieren a las mujeres tranquilas pero que saben hacerse notar sin estar a los gritos. Segundo, no valia la pena pelearme con el por eso, al fin y a cabo, los retos son siempre bienvenidos. -Te aconsejo que no dudes, chico bonito... siempre consigo lo que quiero...-Le respondi, sin borrar la sonrisa de mi cara.

El se sento en una silla. ¿Acaso esperaba que yo empezara a intentar llamar su atencion? Pobre iluso, seria mejor que dejara de intentarlo porque yo nunca haria eso. Para mi, yo tenia que incitar a mi domador y si este era lo suficientemente habil, me domaria, sino... seria comido por la bestia. Sonrei, complacientemente cuando hablo nuevamente. -Sera mejor entonces que no hagamos esperar a ese banquete andante...-Dije y avance hacia el, saliendo de la biblioteca y esperando que me siguiera por el pasillo desierto.

Escuche un murmuro, que para cualquier humano hubiese sido imposible escucharlo, pero, gracias a mi condicion si me era posible. "Amigos", habia largado. Carecia de sentido para mi, quien sabia que demonios estaba pensando mi querido Felix. Decidi no prestarle atencion y segui caminando, con la vista al frente, con el paso altanero de siempre.

El silencio de los pasillos inquietaba un poco... ¿acaso nadie estaba divirtiendose entre las sabanas al menos? Resople, ligeramente. EL silencio se volvia incomodo y la verdad, lo que menos queria experimentar en este momento era la incomodidad.
Finalmente tuve algo con que distraerme. Sentia la mirada de Felix posandose en mi de vez en cuando. Habia veces que me gustaria cambiar mi don por el de Edward Cullen, me hubiese encantado saber que era lo que Felix pensaba en ese mo...

Alguien me saco de mis pensamientos y si, habia sido el. Habia cortado mi paso y me lo quede mirando, con una expresion de extrañesa que fue disminuyendo cada vez que iba hablando. ¿Egocentrica y orgullosa? Frunci ligeramente el ceño. Hablo de algo de mi pasado. ¿Realmente queria hablar de eso ahora? Y yo que esperaba una buena serie de cazeria para luego ver si me lo llevaba a la cama o no.
Me lo quede mirando unos segundos, con la mirada impacible. -¿Por que te interesa saberlo?-Pregunte, simplemente queria saberlo. -Es parte de las dos y realmente, si no te importa, prefiero no hablar de eso.-Espete y trate de pasar por delante de el, haciendo que se mueva, pero eso no iba a suceder, estaba segura. Felix no era de esos que abandonaban al primer intento.

Volvio a detenerme. Genial, ahora tendria que gritarle algo, insultarlo, pegarle e irme. Y yo que esperaba una linda noche de cazeria y algunas risas. Pero hubo algo que logro calmarme. Esta vez no me empujo, ni me hizo retroceder ni chocarme contra su brazo... me envolvio la cadera con sus manos y me miro fijamente a los ojos.

Volvio a repetir su pregunta, esta vez agregandole algunas palabras de mas. Querida... joven... hermosa... el corazon me empezaba a latir de nuevo o no se... el ardon que sentia en ese momento era como si estuviera viva de nuevo, pero no... concluyo su frase con un simple "amiga". Baje la mirada y me dieron unas ganas terrible de que Heidi desapareciera del planeta.

Lo escuche hablar de nuevo y lo mire. Sabia que la tenia, sabia que al menos, como un amigo, el estaria presente en el resto de nuestra inmortalidad. Deje salir un suspiro. -Me han echo sufrir mucho, Felix... no era la niña mas rica, ni la mas mimada y mucho menos la mas querida... la vida me ha dados golpes que nunca podre olvidar y si en la muerte me comporto de esta manera es por la necesidad de que lo que me toco vivir no se repita.-Mi mirada estaba posada en el.

Lo escuche atentamente mientras hablaba. PArecia realmente arrepentido de haber formulado aquella pregunta. Sonrei, ya estaba echo, tampoco me molestaba aunque claro, mi orgullo era algo dificil de sobrellevar y mas aun cuando se supone que yo no solia hablar de mi pasado nunca. -Solo te pido que nunca lo menciones... ya sabes... la reputacion y todo eso... odiaria que me pasaran por encima.-Le dije, dedicandole una pequeña pero significativa sonrisa.

Se acerco a mi nuevamente y su mano toco la mia. Frunci ligeramente el ceño al sentir sus caricias sobre la mia. Este chico siempre lograba confundirme... no era que lo amaba ni mucho menos, pero habia algo en el que siempre habia atraido y no iba a dejar de atraerme, estuviera con quien demonios estuviera.

Volvio a hablar y salieron de el las palabras mas lindas que alguno de mis "hermanos" me habia dedicado nunca... "Sólo quiero que sepas que, siempre contarás conmigo, y... si deseas algo ahí estaré" Solo pude sonreirle, con agradecimiento... las palabras no salian de mi, era como si en mi boca tuviera un gran bocado de comida.
Volvi a recuperar el habla y asenti. -Ah si, no nos vallamos a olvidar de ellos...-Comente y tome su brazo para salir del castillo caminando.

-¿Realmente piensas que soy una orgullosa egocentrica?-Pregunte, luego de que habiamos salido.