Antes de comer -libre-

Di de caza, por lo regular heidi es la encargada de traernos la comida, pero hoy no era ese dia y yo tenia...¿Como se dice? Ah si, un antojo, no eran muy frecuentes dado que siempre me encargo de satisfacerme pero cuando tenia mis antojos era orque queria divertirme un poco con la mente de los humanos, ¿Que puedo decir? Es totalmente irresistible entrar a un bar, claro con pupilentes que duran maso menos una hora, hora y cacho, sonreí a un perfecto desconocido y después invitarlo a ir a un lugar mas privado, lo demas era pan comido, un callejón oscuro y listo todo mio. Pero lo divertido sucede en el callejon, aparte de obvio, me encanta preguntarles lo que darian por un beso, suplican por una palabra mia o tan solo una mirada y a pesar de su naturaleza que les impide confiar en mi completamente se sienten totalmente alagados de que mi supuesta belleza sobrenatural se fije en ellos, no importando su aspecto a mi me importa su olor.

Despues de saciarme y dejarlo sin una sola gota, lo tomo y lo dejo muchos metros lejos del lugar elegido, lo escondo bien asi evito que lo encuentren, la razón es justificable si algun dia deseo regreso al lugar no quiero que me tachen de asesina serial, esta en contra de las reglas. En fin. Hoy tocaba la Toscana, traia en una bolsa de cuero mediana la capa para cuando regresara, mi aspecto el común, por suerte no necesitaba mas que una blusa y unos pantalones de cuero junto con las botas, cosa que hubiera repelado cuando era humana pero el dolor ya no existe desde hace mucho, eso era lo único que se necesitaba para que tener comida.
no obstante llegue a las nueve y me detuve en una de las azoteas grandes de la ciudad, localizando el lugar mas concurrido,me senté estire las piernas, de hecho me estaba relajando, cuando capte un olor poco común y al mismo tiempo conocido.

Off: Bueno, espero que no te importe que postee aquí.

No estaba muy segura de por qué, pero quería ir a cazar. Bueno, sí que lo sabía. Quería sentir la adrenalina y el miedo de mis víctimas, ver su sangre goteando... sin que alguien chillase que estaba ensuciando el suelo y se empeñase en contarne lo difícil que era sacar manchas de sangre del parqué.

Bien, de todas formas, salí a cazar. Me eché una capa negra sobre los hombros. Decidí ir a la Toscana. Llegué a las nueve, dando casi un paseo, y me quedé en una gran azotea, un lugar lleno de humanos. Era extraño, normalmente me gustaba acechar a mis presas.

Me deslicé por allí, intentando ignorar las miradas que me lanzaban los humanos, cuando me pareció reconocer a Corin, de la guardia. Mostré una pequeña sonrisa burlona y me acerqué por detrás:
-Hola Corin.-saludé, clavando una mirada crítica en ella.- ¿Tú también vienes a cazar?-pregunté, adivinándolo por su ropa.

A Corin también le gustaba sentir el sufrimiento y la adoración de los hombres, como a Heidi, Renata, y muchas otras. Yo, por el contrario, sentía un inmenso asco por todos ellos, y no me molestaba en coquetear con aquellos estúpidos humanos.

off: para nada, super bienvenida : )

El olor era magnifico, de los pocos que hay, quiza de un turista puesto que ya habia venido antes y no lo habia captado a menos que fuera alguna clase de marginado social. Me levante despacio para la velocidad que por naturaleza tengo, me quite el cabello de la cara, hacia mucho viento y era algo que me gustaba, tenia la fea costumbre de tomar aire sin necesitar cada vez que pasaba una rafaga demasiado fuerte, costumbre de la humana que fui.
Una cantarina voz que, claramente conocia me saco de mis memorias, era Jane. Vaya habia estado tan inmersa que no la habia notado, le sonrei, la pequeña Jane siempre te miraba con esa cara, la que te analiza hasta la ultima pulgada de tu ser.
-Buenas Jane - salude -Vengo sin hambre pero tenia antojo de algo especial...que creo encontre - lo pense por un momento -podemos compartir - estire mi blanquecina mano, señalando al muchacho que entraba en el concurrido bar -el olor es muy fuerte, con suerte seran gemelos - le guiñe el ojo, gemelos igual que ella y alec -¿Que dices?-